La sociedad en el País Vasco ha estado bloqueada durante muchos a?os. Todos los sectores de la sociedad se veían marcados por el conflicto y el silencio imperaba en la sociedad. Todos los actores políticos estaban polarizados, el lado nacionalista espa?ol se resistía a escuchar al lado nacionalista vasco, lo que, siendo una sociedad democrática, indica que la polarización se extendía al nivel social. El discurso político impedía cualquier posibilidad de diálogo y las partes implicadas estaban radicalizadas. De pronto, algo ocurre: ETA deja las armas en el 2011. Se trata de una acción política que, en un principio, parecía permitir una resolución del conflicto. Sin embargo, nada cambia en los a?os inmediatos, la sociedad no parece reaccionar, todo sigue igual.
Poco a poco empiezan a surgir movimientos sociales que demandan explicaciones y diálogo entre las distintas partes del conflicto. De este modo, surgen diferentes iniciativas sociales entre las que destacan aquellas promovidas por las víctimas de ambos bandos. Por un lado, La Oficina de Víctimas del Terrorismos dirigida por la viuda de uno de los asesinados por ETA. Por otro lado, se crea la plataforma digital B-egiaz dirigida por Pili Zabala, hermana de una víctima del GAL. A pesar de los esfuerzos, estas organizaciones no consiguen cambiar el discurso que domina en el País Vasco. Por ello, es necesario un elemento detonador que sea capaz de agrietar las sólidas estructuras incrustadas en un conflicto de este talante.
Esta tesina defiende que el elemento detonador necesario para este cambio son la literatura y el cine. Es la cultura la que hace posible el cambio de la narrativa en el País Vasco. Se trata, en concreto, de dos libros y una película que tienen un gran impacto en la sociedad. Las novelas, Patria, de Fernando Aramburu y La hora de despertarnos juntos, de Kirmen Uribe, ambos publicados en el 2016 y la película Maixabel, de Iciar Bollaín, estrenada en el 2021. Estas obras juntas dibujan un camino hacia la Paz.